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jueves, 23 de mayo de 2013

De C.R.A.en C.R.A. y llego hasta Ólvega... :D

Esta semana, las monitoras que se encargaban de la provincia de Soria y alrededores burgaleses e incluso segovianos, Marta y Luna, terminamos nuestra aventura paralímpica con muuuuy buen sabor de boca...

Un final triste pero dulce que nos ha adentrado en la aventura de recorrer un puñado de kilómetros para conocer dos diferentes C.R.A.en la provincia burgalesa y el colegio de Ólvega en la provincia de Soria, cerquita con la frontera maña.

Gracias a este viaje, este miércoles hemos conocido a los alumnos y alumnas, así como a los profes, del C.R.A. LA DEMANDA de Huerta del Rey en Burgos; niñ@s que procedían también de Hontoria del Pinar, Arauzo de Miel y Quintanaraya. El colegio se encuentra en un alto del pueblo rodeado por bosques y montañas... un paisaje de luuujo. Estos alumn@s nos dieron la bienvenida con dibujos gigantes de deportistas paralímpicos practicando varios deportes adaptados, cosa que nos hizo mucha ilusión. Estaban motivadísimos a aprender con nosotras. MUCHAS GRACIAS CHIC@S.














El jueves volvimos a la misma provincia, al C.R.A. SIGLO XXI en Sotillo de la Ribera que también acogía a los niños y niñas de los pueblos de alrededor La Horra y Gumiel del Mercado. Para nuestra sorpresa estos chic@s nos dieron la bienvenida practicando juegos de sensibilización a la discapacidad. Y, cuando entramos al aula para presentar nuestro proyecto descubrimos murales escritos en braile o en lengua de signos para levantarnos una sonrisa... Pues lo conseguisteis chic@s :). Hasta los alumn@s de infantil se beneficiaron de este proyecto "Tiempos Paralímpicos" y se lo pasaron pipa lanzando las bolas de la boccia, intentado colar puntos en el volley sentado, sacar fuerzas de dónde no sabían para impulsar el balón oficial del Goalball o dirigiendo el rosco del hockey adaptado.














Y por último visitamos el colegio público Virgen de Olmacedo en Ólvega, último de la provincia de Soria y con un paisaje de fondo espectacular: el Moncayo, máxima cumbre del Sistema Ibérico, aun con restos de las señales de un invierno un tanto remolón, que se nieva a abandonarnos.










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